Teresina: innovación en los Huertos Comunitarios de Dirceu para garantizar bienestar social, alimentación saludable y resiliencia climática
El Huerto Comunitario do Dirceu, en Teresina, en el estado de Piauí, Brasil, combate la inseguridad alimentaria y promueve la sostenibilidad con el apoyo de políticas locales e iniciativas de capacitación como HortEduc.
Vista aérea del Huerto Comunitario do Dirceu (Foto: IFPI, Campus Dirceu)
Teresina es la capital regional del estado de Piauí, con una población estimada de 871 126 habitantes (2021). Conurbada con la ciudad de Timon, del estado de Maranhão, forma la segunda Región Integrada de Desarrollo (RIDE) más poblada de Brasil (Grande Teresina), que cuenta con cerca de 1 223 220 habitantes.
Teresina es una de las ciudades más calurosas del mundo, con un aumento promedio de 1 °C en las últimas cuatro décadas, según el Centro de Eficiencia en Sostenibilidad Urbana de Teresina (en portugés). Se espera que este aumento continuo provoque una enorme ola de migración rural-urbana en el área.
El efecto combinado de las tendencias climáticas actuales, la pobreza, la desigualdad y la rápida urbanización provocó la pérdida de vegetación urbana y la deforestación rural. Entre 2001 y 2019, el perímetro urbano de Teresina perdió aproximadamente el 40 % de su cobertura arbórea, lo que potencia los efectos de la arena caliente.
La inseguridad alimentaria (en inglés) en Teresina ya es un problema creciente entre las comunidades más vulnerables de la ciudad. En respuesta, la ciudad asumió la lucha contra el desequilibrio de los ecosistemas como una prioridad para fortalecer la resiliencia en el marco del Programa Mundial de Resiliencia de las Ciudades (en inglés) de ONU-Hábitat, un llamado urgente en pro de infraestructuras verdes y soluciones basadas en la naturaleza.
Una de las soluciones que la ciudad diseñó para frenar el aumento de temperatura fue hacer la ciudad más verde (PDF en inglés) mediante la forestación, la creación de nuevos parques y el fomento de la agricultura familiar (en portugés) en el entorno urbano.
Los huertos urbanos, además de contribuir a la preservación de la biodiversidad, también son un aporte para la seguridad alimentaria, el aumento de los ingresos y la mejora de la calidad de vida. Tradicional en Brasil, la agricultura en zonas urbanas y periurbanas (en inglés) es una actividad practicada formal e informalmente por organizaciones e individuos (independientemente de circunstancias socioeconómicas) que también busca aunar una dimensión de desarrollo con justicia social y sostenibilidad.
Josefa Soares da Rocha, presidenta de la Asociación de HorticultoresMe siento agradecida por todas las enseñanzas recibidas durante todos los talleres del proyecto. Fueron momentos de mucho aprendizaje, lo que puede contribuir a aumentar la variedad de los productos que ofrecemos a nuestros clientes y el consiguiente aumento de los ingresos
Teresina: agricultura urbana para la resiliencia
Teresina sufre la deforestación y pérdida creciente de vegetación urbana. Actualmente, la ciudad enfatiza el mejoramiento de su infraestructura verde para reducir las temperaturas y combatir el efecto isla de calor urbano.
Además de la vulnerabilidad climática, para 2022, 33.1 millones (en portugés) de brasileños no tendrán qué comer y solo 4 de cada 10 familias tendrán acceso pleno a los alimentos. En 2021, el 29.3 % de la población de Teresina vivía por debajo del umbral de pobreza; en su mayoría, personas negras, indígenas y mestizas que viven en barrios geográficamente vulnerables ubicados en planicies aluviales (en inglés). Piauí tiene un alto nivel de inseguridad alimentaria, el 66.1 % de las familias se encuentra en situación grave (PDF, en portugés).
Varios estudios (en inglés) consideran la agricultura urbana familiar y comunitaria como una alternativa alimentaria que promueve condiciones de subsistencia y dignidad humana, además de combatir el desempleo, la exclusión, el cambio climático y la segregación derivada del capitalismo.
La práctica de huertos urbanos comunitarios o familiares en las ciudades latinoamericanas, a menudo vista como una forma de mejorar la gestión urbana (PDF en francés), llevó a los municipios a reconocer la necesidad de implementar políticas para apoyar su desarrollo.
El plan “Brasil sin hambre” (en portugés), relanzado en 2023, tiene como objetivo erradicar el hambre en Brasil. La política pretende que sus tres pilares converjan para combatir el hambre, vale decir, el acceso a ingresos y protección social, la producción y el consumo de alimentos, y el trabajo conjunto de diversos órganos institucionales.
El PAN-Brasil (en inglés), programa nacional, y el PAE Piauí 2015 son las dos principales políticas estatales orientadas a combatir el hambre en la ciudad, con acciones centradas en la reducción de la pobreza y la mejora del nivel educativo, de la seguridad alimentaria y de la calidad de vida.
Más recientemente, en el contexto local, el Centro de Eficiencia en Sostenibilidad Urbana, CESU/Teresina (en portugés), un proyecto piloto que se creó para promover la reducción de emisiones de carbono mediante la utilización de tecnologías climáticas en el entorno urbano, refrendó aún más el compromiso institucional de considerar los huertos urbanos importantes para fortalecer la economía local, aumentar la autonomía alimentaria y la resiliencia ante los desastres causados por el cambio climático.
Analizamos cómo el Huerto Comunitario do Dirceu, en Teresina, ejemplo de huerto comunitario, sigue contribuyendo a la sostenibilidad social, económica y ambiental de la ciudad después de 36 años de existencia.
Vista aérea del Huerto do Renascença (Foto: IFPI, Campus Dirceu)
Huerto Comunitario do Dirceu
Inaugurado en 1987, el Huerto Comunitario do Dirceu se ubica en el área sureste de Teresina. Sus actividades comenzaron como una fuente alternativa de ingresos para la población local y una estrategia para reducir la marginación de niños y adolescentes.
El programa de Teresina, originalmente desarrollado por la Secretaría Municipal de Agricultura y Abastecimiento (SEMAB), consistía en ofrecer franjas de terreno bajo líneas de alta tensión de propiedad de la Empresa Hidroeléctrica de São Francisco (CHESF) y acceso a agua.
El programa se convirtió en un programa de producción y ventas para los mercados locales. Una superficie continua de 27 hectáreas (200 000 m2) proporciona ingresos a 418 familias y se consideró entre los huertos urbanos más grandes de América Latina (en portugés).
Sus beneficios son numerosos, desde mejorar la alimentación de la comunidad hasta generar ingresos, lo que fue particularmente evidente durante la pandemia de covid-19 y después de ella. Durante el desarrollo de las actividades fue posible observar que participaban más mujeres con nivel bajo de escolaridad, debido al aumento del desempleo en la capital de Piauí en este grupo específico de trabajadores.
Inclusión social por medio de la cohesión comunitaria
Se espera que Teresina experimente un aumento en la migración del campo a la ciudad debido al aumento de las temperaturas. En la lucha de la ciudad por brindar servicios básicos a una población en crecimiento frente a una creciente falta de seguridad alimentaria, las soluciones alternativas son fundamentales. Los estudios muestran (PDF, en inglés) que el fortalecimiento de la agroecología puede crear sistemas alimentarios más justos y más resilientes al cambio climático.
En los huertos comunitarios, las comunidades marginadas trabajan colectivamente para proporcionar alimentos más saludables para sus familias y suministrar alimentos para la región. Para ello, interactúan con el resto de la sociedad mediante la prestación directa de un servicio importante y participan en el desarrollo de políticas más inclusivas destinadas a la protección y mantenimiento del corredor verde de 4 km de longitud que compone los jardines comunitarios de Dirceu; anteriormente, un terreno baldío. De esta forma, los huertos comunitarios contribuyen directamente a los esfuerzos futuros de resiliencia de la ciudad.
Desde el punto de vista político y social, se trata de recuperar la valorización de la cultura local. Los debates comunitarios sobre la injusticia climática, las posibles soluciones que involucran la innovación en la agricultura familiar y nuevas alternativas para reducir las desigualdades sociales, además de las violaciones de los derechos relacionados, ganan relevancia en Brasil y en todo el mundo.
De esta manera, los huertos urbanos desempeñan un papel importante en la lucha contra el cambio climático y el fortalecimiento de la resiliencia de los residentes más vulnerables, lo que los convierte en una estrategia para garantizar el bienestar social y la nutrición saludable de la población.
Actividades del proyecto en el Huerto do Renascença (Foto: IFPI, Campus Dirceu)
Impacto medioambiental de los huertos comunitarios
Es importante destacar que esta cultura de cuidado del suelo de los huertos urbanos contribuye también a generar un mayor compromiso de la población con las acciones de combate al cambio climático para aumentar y proteger la biodiversidad. Hoy, las 418 familias participan en la transformación de un territorio previamente inactivo (bajo líneas de alta tensión) en un espacio productivo y generador de ingresos que contribuye a reducir la huella de carbono de la ciudad.
- La proximidad de la producción de alimentos requiere menos combustible, embalaje y refrigeración para la distribución.
- Las 23 hectáreas de terreno sustentan el almacenamiento de carbono en el suelo. Un estudio realizado en Seúl en 2015 (en inglés) sugirió que un área de 51.15 km2 podría reducir las emisiones de CO2 en 11.67 millones de kg/año, lo que hace que la contribución de los huertos do Dirceu a la reducción de las emisiones de CO2 sea de aproximadamente 45 millones de kg/año.
- Los residuos orgánicos se devuelven a la tierra en forma de abono y evitan los vertederos.
- La presencia de estos espacios públicos verdes reduce las temperaturas de las islas de calor.
- Los estudios muestran (en inglés) que la agricultura urbana permite la absorción del 20 % de la lluvia y un aumento del 65 % en la capacidad de almacenamiento, de manera que contribuye directamente a la mejora del drenaje de las aguas lluvia.
El debate sobre el clima tiene lugar en un contexto de cambios medioambientales provocados por las actividades económicas industriales y las emisiones de gases, que intensificaron el calentamiento global. No sorprende que la clasificación de los derechos colectivos esté inmersa en un contexto de crítica al sistema capitalista que confronta la colectividad, la solidaridad, la fraternidad, la existencia humana en sentido colectivo y el fomento de actividades que contemplen el cuidado de la tierra.
La justicia climática es entendida como una forma de reducir las desigualdades, en la medida en que reduce las vulnerabilidades socioambientales debidas al cambio climático. Uno de los objetivos finales del municipio de Teresina, Piauí, es garantizar los derechos previstos en el texto constitucional (en portugés).
Beneficios socioeconómicos de los huertos comunitarios do Dirceu
Más de 400 agricultores (en portugés) producen más de 12 variedades de hortalizas y 18 hierbas medicinales que se cultivan orgánicamente y se venden en los mercados locales y regionales. Aunque los huertos no tienen la capacidad de satisfacer las mayores necesidades económicas de la ciudad, tienen el potencial de reducir el desempleo y proporcionar una fuente de ingresos para las personas en situación precaria.
La comunidad enfrenta varios desafíos. La seguridad en el lugar es un problema permanente. A pesar de la instalación de rejas, la falta de iluminación hace que los robos nocturnos sean frecuentes. Las lluvias cada vez más intensas y un sistema de drenaje precario provocan que los lechos de las hortalizas se inunden, lo que produce pérdidas productivas y económicas. La comunidad siente que tiene conocimientos limitados sobre diversificación, técnicas de horticultura y asuntos comerciales y de marketing para sus productos.
Por lo tanto, el apoyo institucional es esencial para ayudar a las comunidades a enfrentar los desafíos y fortalecer las capacidades para un crecimiento y resiliencia continuos.
Formación en el laboratorio de cocina de la IFPI (Foto: IFPI, Campus Dirceu)
HortEduc: Fortaleciendo la capacidad para mejorar la eficiencia
El Instituto Federal de Piauí (IFPI) (en portugés), en reconocimiento al valor de la agricultura urbana para el futuro de la ciudad, desarrolló en 2022 el proyecto de extensión HortEduc (en portugés) para impulsar el “emprendimiento solidario”. Para enfrentar activamente los desafíos de las agricultoras, se generó una colaboración con la Asociación de Horticultores do Dirceu que ofrecería capacitación inicial de 22 agricultoras.
Se otorgó una subvención de BRL 1000 00,00 (USD 20 000) para la compra de equipos y la divulgación de la capacitación, además de los servicios de cuatro instructores. Se identificaron, en conjunto, cuatro áreas clave para el avance continuo de los agricultores en los huertos comunitarios:
- Capacitación de los agricultores en generación de ingresos y emprendimiento.
- Técnicas de mejoramiento del orden, gestión y uso del suelo, diversificación y conocimiento de la compatibilidad de los cultivos para reducir la huella de carbono agrícola.
- Desarrollo de nuevas habilidades, una nueva base de clientes y un producto nuevo y saludable elaborado con productos orgánicos propios, “la ensalada envasada”.
- Conocimientos sobre el mantenimiento de la seguridad alimentaria y la reducción de la vulnerabilidad socioambiental.
El instituto apoyó a los agricultores recién certificados en sus medios de comunicación y promocionó la nueva iniciativa en una feria que ofreció muestras del producto final desarrollado a la comunidad académica y local.
Formación en gestión de suelos (Foto: IFPI, Campus Dirceu)
Mirando hacia el futuro
Las estrategias que se rescatan en este trabajo resaltan la importancia de la agricultura familiar en huertos comunitarios en el fomento del emprendimiento local y la generación de ingresos en Teresina, Piauí, además de ser una medida eficaz frente al cambio climático.
El proyecto obtuvo el reconocimiento tanto de la comunidad local como de la IFPI, ambos actores comprometidos con ampliar continuamente el desarrollo local y fortalecer la agricultura familiar, para contribuir a la resiliencia de la ciudad. Entre las acciones se incluyen las siguientes:
- Preservación de la actividad agrícola-urbana en las zonas verdes do Dirceu para mantener su función económica y ecológica en el largo plazo.
- Valorización de las innovaciones tecnológicas accesibles, puesta a disposición de tecnologías alternativas a las más comerciales y excluyentes.
- Incentivo a la administración municipal para mejorar la infraestructura necesaria para el buen funcionamiento de los huertos do Dirceu.
- Capacitación continua a los productores de hortalizas para mejorar las técnicas de manejo y uso del suelo mediante prácticas sustentables.
- Priorización de las acciones medioambientales y reconocimiento del papel fundamental de las asociaciones comunitarias de agricultura familiar en la promoción de la sostenibilidad, la lucha contra la pobreza, la desigualdad y el cambio climático.
Lectura adicional
- O sistema de espaços livres públicos urbanos: análise descritiva de um território de baixa renda com ênfase em praças e parques na zona Sudeste de Teresina, Piauí (en portugés), Revista Contribuciones a las Ciencias Sociales (2023)
- Video: Vida, Lida e Luta (2022)
- Climate justice: hope, resilience and the fight for a sustainable future (en inglés), Bloomsbury (2021)
- Greenhouse gas emission reduction effect in the transportation sector by urban agriculture in Seoul, Korea (en inglés), Landscape and Urban Planning (2015)
- Agricultura urbana em Teresina: o rural que permanece na cidade (PDF, en portugés), Universidade Federal de Pernambuco (2014)
- Growing greener cities in Latin America and the Caribbean (PDF, en inglés), FAO report (2014)
Autora
Ana Keuly Luz Bezerra (analuz@ifpi.edu.br) es profesora del Instituto Federal de Piauí, Campus Dirceu.
Ciudades pioneras forma parte del proyecto Coaliciones Urbanas Transformadoras (TUC), financiado por el Ministerio Federal de Economía y Acción por el Clima de Alemania
