San José: ecoins – innovación en la economía circular y la descarbonización mediante asociaciones público-privadas

En Costa Rica, el programa ecoins incentiva el reciclaje y la economía circular, reduce las emisiones de CO2 y promueve la sostenibilidad ambiental por medio de recompensas tecnológicas.

Article, 14 February 2024
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A group of people forming a line, handing bags of garbage to each other.

Ecoins promueve la participación ciudadana en la gestión de residuos sólidos (Foto: ecoins)

Disociar a San José, como ciudad, de Costa Rica, como país, no es aceptable. No solo por el hecho de que San José es la capital costarricense, sino porque lo que sucede en esta ciudad debe vincularse a objetivos nacionales como el Plan de Descarbonización de 2019; en el cual, el Gobierno de Costa Rica se comprometió a tener emisiones netas cero en 2050, así como a impulsar el reconocimiento del vínculo entre la economía circular y la descarbonización. Simultáneamente, el país se planteó la responsabilidad, que aún no se cumple a cabalidad, de adaptar su sistema de gestión de residuos para lograr la máxima eficiencia y reducir las emisiones asociadas.

En 2023, para impulsar este propósito, el Ministerio de Ambiente de Costa Rica presentó su Estrategia Nacional de Economía Circular (PDF), que se encuentra en proceso de operativización. A pesar de estos compromisos en materia de gestión integral de los residuos, la realidad de San José dista de ser óptima, y es aquí donde se genera la mayor cantidad de residuos no tratados, a saber: 58 % corresponde a desechos orgánicos; 21 %, a papel y cartón; 11 %, a plástico; 2 %, a metales; 1 %, a vidrio; y 7 %, a no valorizables.

Tras varias décadas de operación, los volúmenes de recolección de basura ordinaria sobrepasan la capacidad (PDF) de los rellenos sanitarios. En este contexto, todo el país tiene la necesidad de desarrollar modelos de disposición final de residuos que reduzcan la presión sobre los rellenos sanitarios y, al mismo tiempo, disminuyan las emisiones de gases de efecto invernadero. En Costa Rica, el 94 % de los desechos sólidos terminan en rellenos sanitarios, vertederos controlados o botaderos a cielo abierto. Una de las mayores consecuencias del manejo inadecuado de un relleno sanitario es la contaminación de las fuentes de agua superficiales y subterráneas.

Además, los rellenos sanitarios se encuentran al borde del colapso, como los de La Carpio y Aserrí, que reciben diariamente 600 toneladas de desechos provenientes de 11 cantones del GAM y cada uno tiene una vida límite de entre 2 y 5 años según los expertos.

A esta problemática se suma la de los botaderos clandestinos, que surgieron en diversos puntos de la ciudad. Además de su previsible impacto ambiental, constituyen una problemática social de inseguridad debido a la invasión de áreas de protección y a la proliferación de vectores de enfermedad, sin contar su relación con las inundaciones provocadas por el colapso de los alcantarillados pluviales que se encuentran bajo enorme estrés debido al incremento en la magnitud e intensidad de fenómenos hidrometeorológicos extremos en el contexto del cambio climático.

En paralelo al relleno sanitario formal de La Carpio, que funciona desde el año 2000, operan una serie de botaderos a cielo abierto, de forma que diariamente se apilan toneladas de desechos, sin control alguno, en sitios donde la basura no tradicional y tradicional se vierte sin ningún tipo de tratamiento.

Una de las grandes ventajas que vemos de trabajar con ecoins sucede a la hora de procesar los residuos, ya que la productividad es mucho mayor. Esto sucede porque ya se reciben los materiales por separado, entonces, al momento de entregarlos, parte del trabajo que realizamos ya está avanzado.

Marlen Chacón, ASOFAMISAE

ecoins: la evolución de un modelo económico lineal hacia uno de economía circular

En Costa Rica, lo que se comprende como basura es un conjunto de “desechos ordinarios” mezclados y compuestos de materiales de diversos tipos, incluidos residuos que podrían ser valorizables o residuos orgánicos que podrían ser compostables, pero que, dado su mal manejo al interior de los hogares, se disponen finalmente en bolsas plásticas que son recolectadas por un servicio municipal. Los camiones recolectores de basura pasan una o dos veces por semana y recogen estas bolsas, que luego se transportan a un relleno sanitario. Este servicio de recolección, transporte y descarga en un relleno sanitario es costeado con los fondos que se recaudan por impuestos municipales.

El Programa ecoins nace de la idea de que el consumidor final es el primer eslabón de la cadena de valorización de los residuos. Si los residuos se gestionaran adecuadamente en los hogares, se reduciría sustancialmente la cantidad de desechos con destino al relleno sanitario y se crearía un mercado más robusto de materiales valorizables que podrían ser aprovechados por las empresas dentro de un modelo de economía circular y, a la postre, se tendría una huella de carbono mucho menor.

Una vez que se identificó el primer eslabón de la cadena de valor de los residuos recuperados, los consumidores, el segundo paso fue crear un ecosistema de socios que gestionaran los residuos entregados por las personas. De esta manera, ecoins construyó una base de aliados de diversa índole, desde pequeños emprendimientos familiares o comunitarios que viven de la recuperación de residuos, pasando por centros de acopio municipales, hasta industrias usuarias de materiales revalorizables que emplean estos residuos en su producción.

El programa planteó la idea de que el componente de enlace entre un grupo y otro fuera una plataforma tecnológica desde la cual los consumidores finales pudieran abrir una cuenta o “e-wallet” en la que recibirían un valor, ecoins, por los materiales que valorizaran en centros oficiales de recepción. Por su parte, el papel de los gestores de residuos era asignar los ecoins dependiendo del material que les fuera entregado. Estos socios recuperadores reciben apoyo constante del programa ecoins para resolver dudas y recibir capacitación en el uso de la herramienta digital de registro de recepción de residuos valorizables.

1.282.057
1.282.057 toneladas y apenas el 9.6 % de estas se gestionó como residuo valorizable

Adicionalmente, para ecoins, un tercer grupo son los negocios miembro. Estos son emprendimientos, comercios y empresas en los que los consumidores finales pueden rescatar los ecoins de sus e-wallet mediante promociones y descuentos. De esta manera, los residuos reciclados adquieren un valor económico directo para quienes los reciclan, lo que cambia su perspectiva sobre el valor intrínseco de los materiales valorizables, ya que deja de percibirlos como desechos sin valor para convertirse en una oportunidad económica.

Como una manera adicional de impulsar el programa y abrir espacios de participación en la política pública, ecoins también incluyó desde el principio a las autoridades del Ministerio de Salud, con las que se establecieron sinergias que permiten el desarrollo de múltiples campañas de recuperación de residuos, tanto ordinarios como no ordinarios. Ejemplos de ello son las campañas de acopio para artículos eléctricos y electrónicos en desuso y las de recolección de medicamentos en desuso.

Group of women putting their hands together, surrounded by bags of garbage.

Dignificar la labor de los recicladores de base es fundamental para fortalecer las cadenas de valor del reciclaje (Foto: ecoins)

Los orígenes de ecoins

Lanzado oficialmente en 2017, ecoins nació con el nombre de “ecolones”, en referencia a los “colones”, moneda oficial de Costa Rica, y a su carácter digital. Sin embargo, poco después, cuando la iniciativa comenzó a ejecutar acciones fuera de Costa Rica, pasó a llamarse solo ecoins, nombre que adopta el anglicismo “coins” (moneda) para hacerlo más atractivo y comprensible. El detalle de su cambio de nombre no es un tema menor, ya que refleja uno de los componentes esenciales de ecoins: la comunicación. Más que una plataforma tecnológica, ecoins es un programa cuya columna vertebral es la comunicación entre actores clave en un modelo de economía circular. Por medio de canales estratégicos digitales y convencionales y de un cuidadoso diseño de contenidos en su fondo y forma, ecoins se abrió espacio para posicionarse entre diversos grupos de actores sociales relacionados con la gestión de los residuos como una herramienta práctica para crear encadenamientos y sinergias.

Cada año, ecoins difunde estratégicamente sus acciones y propósitos con énfasis en las relaciones públicas. Se mapea a los diversos actores y se buscan las formas más efectivas para dar a conocer su trabajo e informar sobre las acciones que realiza, a fin de capitalizar el “public engagement” con el programa.

Además, el programa ecoins se mantiene en comunicación constante con sus aliados y socios estratégicos de todo tipo, desde autoridades gubernamentales y municipales hasta empresarios y emprendedores de pequeños negocios de recuperación de residuos, a fin de encontrar constantemente nuevas oportunidades que impulsen la economía circular y faciliten los procesos de acopio y gestión de residuos.

El caso especial de microemprendimientos de baja escala para la recuperación de residuos también se incluye en ecoins. De hecho, los recuperadores de base son precisamente uno de los grupos más beneficiados, en términos de que el programa les ayuda a elevar su eficiencia al crear condiciones para que el reciclaje llegue limpio, seco y separado al punto de recepción. Estas tres condiciones son fundamentales para mejorar la gestión de los residuos en términos del aprovechamiento y la salubridad de las organizaciones recicladoras.

En marzo del 2022, un estudio realizado por la Asociación Centroamericana para la Economía, la Salud y el Ambiente (ACEPESA) reveló que el 70 % de las personas que trabajan en el reciclaje más básico en Costa Rica todavía teme por las condiciones de trabajo y sus riesgos, como las posibilidades de cortarse o de contraer enfermedades. Otras personas de este grupo comentaron en el estudio que la población no realiza aún una buena separación de los residuos y su trabajo no es valorado, siendo que tampoco reciben verdadero apoyo de las autoridades nacionales y locales por asegurarles mejores condiciones de trabajo. El programa ecoins busca, con su propuesta, responder a las necesidades expuestas por este grupo poblacional.

El programa ecoins se desarrolló para solucionar la problemática de la mala gestión de los residuos por medio de la creación de un modelo de economía circular que incentive la reducción, la reutilización y el reciclaje de materiales asociados al consumo. En este modelo, el consumidor se sitúa en el centro del proceso, pues se le incentiva a que separe, limpie y seque sus residuos antes de entregarlos en un punto oficial de acopio. A su vez, estos puntos de acopio, que son el resultado de alianzas que se establecieron, pasan primero por un proceso de investigación de campo del equipo de ecoins, lo que permite el establecimiento de vínculos personalizados que ayudan a robustecer las relaciones entre las partes interesadas en la relación ganar-ganar. En este sentido, cabe destacar que las labores de enlace, acercamiento y seguimiento de las alianzas son extremadamente importantes para ecoins porque permiten la continuidad del programa.

Además, como ya se explicó, el programa ecoins no se limita a un proceso logístico de recuperación y entrega de residuos; se trata de un esfuerzo integral en el que juegan un papel clave la comunicación, la educación, la sensibilización y las tecnologías para crear lo que podría llamarse el primer sistema que premia el compromiso con el reciclaje, ya que los consumidores reciben un incentivo económico cada vez que entregan sus residuos. ecoins cambia la percepción y comportamiento de las personas con respecto a sus residuos, los que pasan de considerarse un problema ambiental a visualizarse como una oportunidad económica que beneficia a todos los involucrados.

La combinación de la tecnología con la comunicación estratégica permite el desarrollo de bases de datos digitales que permiten contabilizar y categorizar los materiales recibidos, desarrollar perfiles de usuarios del programa, generar bancos de datos con información de las entidades que realizan acopio y también asignar los ecoins a cuentas electrónicas personalizadas.

Tanto en los centros de valorización de residuos ordinarios como en las campañas especiales relacionadas con la recuperación de residuos de gestión compleja que son ejecutadas por empresas y organizaciones debidamente autorizadas, se cuenta con colaboradores de socios de ecoins, quienes se capacitan para utilizar la plataforma digital, ingresar los datos de los residuos entregados por cada persona y asociar estos datos a una cuenta particular de ecoins a fin de que la ganancia de quien está reciclando quede registrada en el e-wallet de la aplicación.

Dos ejemplos puntuales de campañas especiales de recepción de desechos son la campaña de recuperación de dispositivos eléctricos y electrónicos, en una iniciativa semestral llamada RAEE-TÓN, y la campaña de recuperación de medicamentos de desecho.

El proceso de entrega para ganar ecoins se resume en tres principales pasos:

  1. Separar. Las personas consumen su producto y, gracias a la información y campañas regulares, toman la decisión responsable de preparar su material para que esté limpio, seco y separado.
  2. Ganar. Una vez que el material está listo para la entrega, el usuario lo lleva a puntos autorizados, como centros de acopio, campañas especiales, puntos limpios y rutas municipales, entre otros. El material entregado se informa y se registra en las plataformas tecnológicas del programa y se suman a una cuenta digital de ecoins.
  3. Canjear. Una vez que el “ecofan” tiene ecoins en su cuenta, puede canjearlos en sorteos especiales mensuales o en descuentos de productos o servicios de empresas afiliadas al programa, disponibles en www.ecoins.eco.

Después de ecoins, los residuos vienen mucho mejor separados. Antes, hasta el 40 % de lo que recibíamos en los centros de recuperación eran materiales inutilizables o residuos que no se podían valorizar en nuestros centros de acopio, ahora eso ha cambiado.

Evelyn Hernández, Municipalidad de Desamparados

La experiencia en la ejecución de la aplicación de la plataforma tecnológica de ecoins es muy positiva. De hecho, la perspectiva de ecoins es, con el tiempo, incorporar nuevas herramientas centradas en el desarrollo de la economía circular; ya no solo en el reciclaje, sino que también, en el corto plazo, en la reparación. 

A la fecha, el programa se fortaleció aún más en materia de tecnología con mejoras digitales como la renovación de la aplicación con más funciones de autogestión para que quien entrega su material valorizable pueda rescatar sus ecoins de forma más eficiente y amigable; se incluyeron herramientas de geolocalización para facilitarle a las personas la búsqueda de puntos oficiales de entrega de materiales y, entre otras características, se incluyeron juegos educativos descargables para niños. Además, se mejoró el propio sistema de información para gestionar mejor los datos y usarlos de forma estratégica en la toma de decisiones del programa.

A group of men working, standing around boxes filled with garbage.

ecoins considera el voluntariado empresarial un aliado estratégico en la gestión de residuos de las ciudades (Foto: ecoins)

Resultados del programa ecoins

Desde su lanzamiento, el programa ecoins logró crear alianzas con las municipalidades de 16 cantones de San José. Estas alianzas permitieron fortalecer los centros de acopio de residuos valorizables de los gobiernos locales. También se desarrollaron alianzas con un amplio ecosistema de emprendimientos, pequeños y medianos negocios y grandes empresas que se convirtieron en puntos de recepción para la entrega de ecoins. Se llegó a 520 sitios oficiales distribuidos a lo largo y ancho del Gran Área Metropolitana.

Como resultado, en el GAM lograron adjudicarse 179 101 620.8 ecoins y sumar 46 162 “ecofans”, es decir, personas adscritas al programa que contribuyen regularmente con la entrega de residuos valorizables en centros autorizados. Estos logros permitieron recuperar 3762 toneladas de residuos valorizables ordinarios solo contando el Gran Área Metropolitana y zonas aledañas, sin considerar la recuperación de residuos especiales que se hace en campañas específicas, como es el caso de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE).

Otro resultado clave, por su impacto, son las alianzas público-privadas con instituciones gubernamentales, especialmente con el Ministerio de Salud de Costa Rica, que permitieron impulsar iniciativas de recuperación de residuos con un gran impacto y beneficio social.

Por otra parte, la creación de una red de socios comerciales desde la base del programa ecoins facilitó la atracción de negocios y emprendimientos, cuyo 70 % corresponde a micro, pequeñas y medianas empresas que se dirigen a un público interesado en la sostenibilidad y que son pieza fundamental del modelo de ecoins, ya que aportan el incentivo tangible de los ecoins que se recuperan con descuentos en productos y servicios, por lo que ofrecen valor al consumidor responsable.

En conjunto, todas estas redes de alianzas y puntos de recepción de residuos permitieron que el programa ecoins, solo en el GAM, evitara la emisión de 4592 toneladas de CO2 desde el 2018 como resultado de sus prácticas de economía circular.

Finalmente, un resultado intangible pero muy significativo para los recuperadores de residuos valorizables de baja escala es que el programa ecoins vino a reivindicar su labor social y a crearles condiciones más dignas para la recepción de residuos. A su vez, esto tiene un impacto tangible no solo en el volumen de material recibido, sino que también en el acortamiento de sus jornadas de trabajo, además de otorgarles condiciones más seguras en términos de salubridad.
 

A group of individuals stand with barbage bags.

Centros de acopio aliados (Foto: ecoins)

Retos del programa ecoins

Entre los retos venideros para ecoins está la consolidación de la plataforma tecnológica actual y su integración paulatina con nuevas herramientas que apoyen el desarrollo de la economía circular.

A su vez, el programa se plantea como reto expandirse hacia otras ciudades. Un plan reciente es entrar a Ciudad de México y, paralelamente, consolidarse en Misiones y Buenos Aires, en Argentina; Ciudad de Guatemala, en Guatemala; Tegucigalpa, en Honduras; Bogotá, en Colombia; y Managua, en Nicaragua.

Los retos que el programa ecoins se plantea parten de un análisis de tendencia en el que se perfila un futuro caracterizado por la escasez de materiales. En este sentido, el programa puede ser una respuesta alternativa al posible desabastecimiento de materias primas por temas geopolíticos, logísticos o coyunturales, tal como sucedió con la pandemia del 2020.

En este sentido, ecoins se planteó el reto adicional de reducir la cantidad de energía que se emplea en el ciclo productivo, aminorar el sobreconsumo de materiales y visibilizar la problemática del exceso de residuos no valorizados o desperdiciados. Todo esto, con el propósito de proteger la biósfera que da sustento a la biodiversidad y cuya pérdida constante es uno de los temas críticos más sensibles de la actualidad.

Un modelo replicable y escalable

El programa ecoins no solo promete ser una iniciativa replicable y escalable en otras economías; sino que, de hecho, ya lo es. Actualmente, el programa funciona en ciudades de diversos países: San José de Costa Rica; Misiones y Buenos Aires en Argentina; Ciudad de Guatemala; Tegucigalpa, en Honduras; Bogotá, en Colombia; y Managua, en Nicaragua.

Por sus características, el modelo de ecoins es flexible y se adapta a diversas realidades y contextos, ya que su pilar base es la comunicación social, la creación de alianzas y el uso de tecnologías que permitan una conexión entre el consumidor-generador de residuos y los canales de recuperación de residuos existentes. Además, el hecho de ser un esfuerzo que integra de lleno a emprendimientos y a la empresa privada robustece aún más su impacto y amplia sus alcances sociales.

Por otra parte, el mensaje de educación a la ciudadanía en materia de separación de residuos, buenas prácticas sostenibles y promoción de la transformación hacia una economía circular es un fundamento esencial para el alcance de compromisos ambientales locales y globales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030, entre ellos, de manera directa los objetivos 7, 8, 9, 11, 12, 13 y 17; y de manera indirecta los objetivos, 1, 3, 6, 14 y 15.

Aspiraciones futuras

Fortalecer un sistema de escaneo de código de barras que actualmente permite conocer la reciclabilidad de un producto y ofrecer al usuario, basado en su geolocalización, la ubicación en tiempo real de los puntos de recepción de materiales más cercanos. En el corto plazo, se aspira a desarrollar más esta funcionalidad tecnológica para implementarla ya no solo a escala local, sino también en otras ciudades, de diferentes países, en las que se ejecuta el programa.

ecoins es una herramienta muy valiosa e innovadora que resulta de una alianza pública y privada. Creemos que los ecoins nos permitirán alcanzar las metas de valorización de residuos establecidas en la Estrategia Nacional de Reciclaje, pero también contribuirán con los centros de reciclaje, que verán un aumento en la cantidad de materiales que recibirán, así como en su participación empresarial.

María Esther Anchia, exviceministra de Salud

Adicionalmente, y también con miras a fortalecer la economía circular, en 2024, ecoins pretende impulsar una novedosa propuesta: la creación de un directorio digital para la reparación de artículos de diverso carácter. La tecnología también emplearía la geolocalización como herramienta asociada a una base de datos de negocios de reparación, de forma tal que, los usuarios de ecoins sepan de manera fácil y oportuna dónde podrán hacer reparaciones de sus bienes materiales descompuestos y, así, reducir el consumo exacerbado y contaminante que genera enormes emisiones de CO2.

El éxito internacional de ecoins hizo que el programa se ampliara hasta incorporar a más de 110 000 usuarios, los “ecofans”, responsables de recuperar 7000 toneladas y evitar al menos 8700 toneladas de CO2. Hasta la fecha, ecoins® estableció alianzas con más de 200 empresas y 100 aliados gubernamentales, y estas cifras aumentarán a medida que crezca el interés por implementar el programa en otras ciudades de América Latina.

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Autora

Head and shoulder photo of Karla Chaves Brenes.

Karla Chaves Brenes es cofundadora y directora del programa regional ecoins; comunicadora estratégica y emprendedora social con más de 25 años de experiencia; conductora de podcast Próxima Frontera; fundadora de Próxima Comunicación y Relaciones Públicas hace 18 años. 

Ciudades pioneras forma parte del proyecto Coaliciones Urbanas Transformadoras (TUC), financiado por el Ministerio Federal de Economía y Acción por el Clima de Alemania