Cosecha de agua lluvia en viviendas vulnerables de la Ciudad Colonial de Santo Domingo

En la Ciudad Colonial de Santo Domingo se implementó un proyecto piloto para mejorar el acceso al agua, mediante sistemas de recolección de agua de lluvia, y reducir la huella de carbono.

Article, 14 February 2024
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A group of men standing around a black water tank.

Capacitación a equipo local durante la instalación de los sistemas de recolección de agua lluvia (Fuente: BID, CC BY 3.0 IGO)

Fortalecer la resiliencia en Santo Domingo, República Dominicana, es de vital importancia, teniendo en cuenta que la ciudad y el país son muy vulnerables al cambio climático. Además, es relevante identificar oportunidades de implementar proyectos de desarrollo con una menor huella de carbono y así cumplir con los compromisos climáticos del Acuerdo de París. 

El país se comprometió a reducir en 27 % las emisiones de GEI con respecto al BAU o “business as usual” para 2030. Los riesgos climáticos se hacen evidentes en el aumento de las temperaturas, la variabilidad en la distribución de las precipitaciones y el aumento de eventos climáticos extremos, y sus consecuencias socioeconómicas: República Dominicana es el décimo país en el mundo con más pérdidas por eventos extremos durante el periodo de 1997 a 2016. 

Hace unos años, el agua venía todos los días, pero debido a la escasez de agua que existe, ahora solo nos envían dos veces a la semana.

Pedro Fernández, residente de la Ciudad Colonial de Santo Domingo y beneficiario de un sistema de recolección de agua lluvia

Además, se estima que, de no aplicarse medidas ambiciosas antes de 2030, el costo de combatir el cambio climático podría ascender al 4.8 % del PIB anual en promedio. 

Los sectores económicos más afectados incluyen el turismo, que representa el 13 % del PIB nacional, y la agricultura, que aporta el 11 % del PIB y emplea a cerca del 15 % de la población. 

En un contexto en el que hay tendencias de aumento de la mancha urbana, fortalecer la resiliencia urbana para minimizar la vulnerabilidad es indispensable. Particularmente vinculada al sector de agua potable y saneamiento, la Tercera Comunicación Nacional identifica diversos desafíos para abastecer las necesidades de toda la población, incluidos la incertidumbre de los niveles de oferta y demanda, el incremento en la población urbana, el envejecimiento de la infraestructura y la creciente competencia por los recursos hídricos. 

Atender desafíos del sector agua potable y saneamiento en la Ciudad de Santo Domingo es una oportunidad para probar estrategias que permitan la reducción de emisiones de GEI, de manera que, al escalarse, cumplan de manera simultánea con los objetivos de desarrollo, fortalecimiento de resiliencia y mitigación del cambio climático. 

Santo Domingo: historia y contexto

En la Ciudad Colonial de Santo Domingo, República Dominicana, existen 3788 viviendas (PDF); casi el 15 % de ellas no tienen acceso a suministro de agua, y aquellas que sí lo tienen, reciben agua de la red dos veces a la semana. A partir de este problema, en consenso entre el BID y el Ministerio de Turismo de República Dominicana, se planteó un proyecto piloto que buscaba mejorar la situación de acceso al agua de las familias que residen en el centro histórico de la capital dominicana. Este proyecto piloto también abrió la puerta para explorar distintas maneras de cómo el sector de agua potable y saneamiento puede reducir su huella de carbono al optar por un servicio local y descentralizado.

El proyecto piloto exploró el potencial de aprovechar el agua lluvia para suplir necesidades básicas de la demanda del recurso en los hogares del centro histórico. Para esto, el Laboratorio de Ciudades del BID, la Oficina del BID en República Dominicana, en alianza con el emprendimiento social mexicano Isla Urbana, colaboraron con la Alcaldía del Distrito Nacional de Santo Domingo y el Ministerio de Turismo de República Dominicana para probar sistemas de cosecha de agua lluvia en las viviendas del centro histórico. 

15 %
En la Ciudad Colonial de Santo Domingo (CCSD), casi el 15 % de las viviendas no cuenta con acceso al agua potable

Una de las líneas de trabajo del Laboratorio de Ciudades del BID es promover la experimentación en equipos de gobiernos locales de América Latina y el Caribe y, a la vez, integrar estrategias de innovación en operaciones de la División de Vivienda y Desarrollo Urbano del BID. 

Por ello, este proyecto piloto tiene una connotación experimental en el marco del Programa de Mejoramiento de Vivienda (PROMEVI, operación DR-L1084), que busca mejorar la calidad de 140 viviendas en el centro histórico de la capital dominicana mediante la entrega de subsidios a las familias. Además de mejorar la calidad de las viviendas, el PROMEVI también busca incluir tecnologías que le permitan cumplir con estándares de sostenibilidad prescritos en la Certificación EDGE (en Inglés) (Excellence in Design for Greater Efficiency), Eficiencia de Uso de Agua, subsección W13 sobre Sistemas de cosecha de agua.

Los sistemas de cosecha de agua lluvia que el proyecto piloto implementó buscan aportar al componente de ahorro de agua para suplir las necesidades básicas de la vivienda. Asimismo, este piloto es una oportunidad para explorar el posible ahorro energético (y, por ende, de emisiones de GEI) si se opta por un sistema de abastecimiento de agua descentralizado, en comparación con el convencional o el de reparto a través de tanqueros. 

Actualmente, los tres funcionan simultáneamente en la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Se invita a la comunidad científica a estudiar y documentar este caso en el que se podría determinar la cantidad de CO2 por metro cúbico de agua consumida por familia.

Map of a city. Title reads "scope of intervention of the technical survey" in Spanish.

Barrios del área de intervención del programa PROMEVI. (Fuente: Ministerio de Turismo de República Dominicana)

El sistema de recolección de agua lluvia y su relación con el cambio climático

El sistema que instala Isla Urbana replica un sistema común de recolección de agua lluvia: un área de captación, canalización, filtros, tanque de almacenamiento, una solución de desinfección y una bomba para la distribución. Sin embargo, la particularidad de este sistema es que está diseñado para que tenga mínimos requerimientos de mantenimiento y alta durabilidad , además de procurar que los componentes estén disponibles en ferreterías locales. Algunos de los sistemas de Isla Urbana ya tienen cerca de 15 años y siguen funcionando. Es importante mencionar que los sistemas estándar instalados no entregan agua potable. 

Sin embargo, el agua que producen estos sistemas permite llevar a cabo actividades como el lavado de ropa, lavado de platos, descarga de inodoros, ducharse, entre otras. 

Un sistema de recolección de agua lluvia fortalece la resiliencia frente a escenarios de estrés hídrico, pero también presenta una oportunidad para explorar la reducción de emisiones de GEI. Con respecto a la resiliencia climática, este tipo de sistemas le dan cierto grado de autonomía a las familias, pues dependen menos de una distribución que es intermitente o incluso más cara por ser repartida por tanqueros. El sistema también aumenta la capacidad de almacenamiento de agua de la familia, pues no solo se podría alimentar con el agua lluvia, también puede complementarlo con el agua de cualquier otro sistema de distribución que reciba la familia. 

Desde el punto de vista de la mitigación del cambio climático, tener mayor autonomía en el abastecimiento localizado quiere decir que el agua tiene que viajar menos para llegar a la vivienda, es decir, se tiene que invertir menor energía en el abastecimiento convencional de agua: captación, bombeo, transporte de agua cruda, tratamiento y distribución. 

Un estudio realizado en China, por ejemplo, indica que la energía utilizada por sistemas de captación de agua lluvia consumen 25.96 MJ m−3 año−1, versus los 62.25 MJ m−3 año−1 utilizados por el sistema convencional (Jiang, et al, 2013) (en Inglés). Otro estudio en la ciudad de Sulaimani, Iraq, encontró que se ahorra entre 7.70 % y 22.5 % de la energía (en Inglés) si se opta por un sistema de captación de agua lluvia. 

Según la Agencia de Protección del Ambiente de los Estados Unidos de Norteamérica (en inglés) (EPA, por sus siglas en inglés), los sistemas de tratamiento de agua potable y de saneamiento requieren entre el 30 % y el 40 % de la demanda energética local. El crecimiento de las ciudades conlleva una mayor demanda de agua potable, lo que obliga a los gobiernos locales y a sus entidades proveedoras de agua a explorar fuentes de agua que están más lejos o a mayor profundidad, o invertir en infraestructura para la captación y transporte de agua; lo que resulta, a su vez, en mayores emisiones de GEI si no se utilizan energías renovables.

A man wearing a hat is talking to a man in a hardware store.

Recorrido por ferreterías y tiendas locales para verificar la disponibilidad de elementos necesarios para la instalación de los sistemas de recolección de agua lluvia (Fuente: BID, CC BY 3.0 IGO)

El proyecto piloto en Santo Domingo no calculó las emisiones evitadas por la instalación de sistemas de captación de agua lluvia; sin embargo, deja el precedente para iniciar una investigación que responda a preguntas asociadas al impacto que tiene la implementación de sistemas de abastecimiento descentralizado de agua en la reducción de la huella de carbono. Con respecto a la resiliencia, se calculó la cantidad de agua que cada familia puede recolectar en un año considerando los datos históricos de precipitaciones promedio en la ciudad.

La implementación de los sistemas de recolección de agua lluvia

La metodología que aplica Isla Urbana persigue promover la creación de un ecosistema de actores, conocimientos y recursos que sea capaz de replicar la instalación y mantenimiento de los sistemas. Esta metodología se aplicó en el proyecto piloto de la CCSD, y de ser escalado en la operación DR-L1084, se aplicará de la misma forma. Las actividades incluyeron:

  • Diagnóstico para conocer la situación de acceso al agua de las familias de la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Esto incluyó recorrer y visitar familias del centro histórico para evaluar la factibilidad espacial de colocación de un sistema de recolección de agua.
  • Reuniones de socialización y capacitación con servidores públicos de la Alcaldía del Distrito Nacional de Santo Domingo y del Ministerio de Turismo de República Dominicana.
  • Recorrido por ferreterías y tiendas de la ciudad para verificar la disponibilidad de los materiales necesarios para la instalación de los sistemas de recolección de agua lluvia.
  • Identificación de mano de obra calificada y su capacitación en la instalación de los sistemas.
  • Sensibilización y capacitación de las familias beneficiarias con respecto a la instalación de un sistema de recolección de agua lluvia.
  • Seguimiento a las familias de manera remota para resolver dudas o inconvenientes que se presenten en el sistema.
A woman standing next to a black water tank.

Residente de la Ciudad Colonial de Santo Domingo junto al sistema de recolección de agua lluvia (Fuente: BID, CC BY 3.0 IGO)

Se instalaron dos sistemas de recolección de agua lluvia en la Ciudad Colonial de Santo Domingo, uno en una vivienda del barrio San Miguel y otro en dos viviendas del barrio de San Antón. En el segundo caso, dos familias vecinas llegaron a un acuerdo para que el techo de una vivienda fungiera como área de captación del agua lluvia, y que la vivienda de la otra familia alojara el sistema de almacenamiento y distribución. El sistema de captación beneficia a las dos familias. 

La instalación de cada sistema duró aproximadamente ocho horas incluidas las capacitaciones a la mano de obra calificada y a las familias beneficiarias. 

Nosotros conocimos de primera mano el sistema, cómo funciona y la tecnología que utiliza, también los pasos y procedimientos para garantizar que el agua que se almacene tenga la mayor calidad posible. Captar la lluvia en las zonas urbanas puede ser una buena salida.

Amín Serulle, Coordinador de Ejecución Componente Habitabilidad y Espacios Públicos del Programa Integral de Desarrollo Turístico y Urbano de la Ciudad Colonial del Ministerio de Turismo de República Dominicana

Resultados

El potencial de abastecimiento de agua lluvia se termina a partir del área de recolección, es decir, del área del techo de la vivienda. La primera vivienda tenía un techo de 56 m2 y la segunda, 58 m2. Considerando precipitaciones anuales promedio de 1120 mm, el primer sistema podría captar 62 700 litros de agua al año, mientras que el segundo, 64 960 litros al año. Analizando el histograma de precipitaciones de Santo Domingo, se observa que los meses que presentan mayores lluvias son de mayo a septiembre, durante los cuales se calcula que la demanda de agua de una familia puede ser 100 % cubierta por un sistema instalado.

No todas las viviendas tienen las condiciones para instalar un sistema de recolección de agua lluvia. En algunas de las viviendas, la materialidad y el estado del techo no hacen factible utilizarlo como área de captación de agua. En otros casos, el espacio al interior de las viviendas es muy reducido para colocar un tanque de almacenamiento de agua de los que se dispone en las ferreterías locales. 

Frente a esta limitación, se abre la posibilidad de explorar más casos como el de las familias del barrio San Antón, quienes individualmente no podían alojar un sistema de captación, pero bajo un acuerdo de confianza mutua accedieron a usar el techo de una vivienda y el patio de otra para incrementar su acceso al agua.

Mirando hacia el futuro

Este proyecto piloto en Santo Domingo invita a repensar la gestión del agua y su sostenibilidad. Ofrece soluciones complementarias a la red pública de agua para mejorar el acceso y fortalecer la resiliencia de las familias. 

Además, plantea la posibilidad de reducir la huella de carbono del sistema de abastecimiento de agua al eliminar la dependencia de camiones aljibe, lo que implica un ahorro energético y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Para replicar esta iniciativa en el marco del programa PROMEVI u otras iniciativas similares, se recomienda realizar un diagnóstico detallado de las viviendas existentes para evaluar las condiciones del área de captación y del espacio interior. 

Durante la ejecución del proyecto piloto, se visitaron 10 viviendas, de las cuales tres contaban con las condiciones adecuadas para alojar un sistema de captación de agua lluvia. Este enfoque de colaboración y alianzas entre familias puede ser clave para implementar sistemas que beneficien a múltiples hogares, como en el caso del barrio San Antón.

En conclusión, este proyecto no solo busca resolver problemas de acceso al agua, sino también promover la sostenibilidad y la reducción de emisiones de carbono en la Ciudad Colonial de Santo Domingo, además de abrir oportunidades para mejorar la calidad de vida de las familias y fortalecer la resiliencia frente a desafíos hídricos y climáticos.

Lecturas adicionales

Autores

Head and shoulders photo of Sol Reiman.

Sol Reiman es consultora en cambio climático para la división de vivienda y desarrollo urbano del Banco Interamericano de Desarrollo. También es codirectora general de la organización Ahora Qué? Anteriormente, trabalhou como assessora de mudanças climáticas na Agência de Proteção Ambiental da Cidade de Buenos Aires. Ela é formada em geografia pela Universidade de Buenos Aires.

Head and shoulders photo of Roberto Madera Arends.

Roberto Madera Arends es consultor del Cities LAB del Banco Interamericano de Desarrollo, donde colabora integrando la innovación dentro de las operaciones del banco, así como, dentro de la práctica de planificación urbana de los gobiernos locales, en los temas de cambio climático, naturaleza urbana, asentamientos informales, vivienda sostenible, entre otros.

Ciudades pioneras forma parte del proyecto Coaliciones Urbanas Transformadoras (TUC), financiado por el Ministerio Federal de Economía y Acción por el Clima de Alemania